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Tubacex destina los beneficios de 2024 y 2,1 millones de las reservas al pago de dividendos

La retribución de 0,16 euros netos por acción, un 72% más que el reparto anterior, se pagará el 30 de mayo

Manuel Moreu y Josu Imaz, presidente y CEO de Tubacex, respectivamente.

Tubacex premiará la “fidelidad” de sus accionistas con “generosidad”, según Manuel Moreu, presidente del fabricante de tubos sin soldadura. El grupo destinará 25 millones al pago de dividendos con cargo a los resultados de 2024, cuando ganó 22,9 millones netos. Lo que supondrá repartir todo este beneficio más 2,1 millones de las reservas. Una retribución superior en un 72,4% a la anterior, cuando destinó 14,5 millones a dividendos.

El pago, de 0,16 euros netos por título, se hará efectivo el próximo 30 de mayo. Así que el pay out con cargo a 2024 será del 109%, por encima de la banda del 30% al 40% marcada en su plan a 2027.

En 2024, Tubacex tuvo ingresos extraordinarios por la venta del 49% de su división de tubos OCTG, destinados a la extracción de gas y petróleo. Mubadala, el fondo soberano de Abu Dhabi, pagó 182,1 millones por esa participación. Además, la siderúrgica vasca ingresó otros 50 millones de dólares, alrededor de 44,27 millones de euros con el actual tipo de cambio, por la venta a Adnoc de su tecnología de conexión de tubos Sentinel Prime.

En base a estos atípicos, Tubacex ha decidido el reparto del histórico dividendo, que ha sido aprobado en la junta de accionistas celebrada este jueves en Bilbao. El principal inversor de la siderúrgica es la corporación Aristrain con el 11% del capital.

Tubacex ha iniciado con Adnoc un nuevo negocio, el de la venta de su propia tecnología de roscado, cuyo uso tenía que contratar antes a sus competidores directos. La innovación lograda por su departamento de I + D + i en investigaciones realizadas en los últimos ocho años aumentará sus ingresos y mejorará su posición en los futuros concursos internacionales a los que concurra.

El acuerdo con Adnoc se limita a Emiratos Árabes Unidos, por lo que el grupo vasco podrá vender su licencia a otros mercados y extenderá su actividad al ámbito de tubos de acero al carbono, que concentra el 90% de la actividad de este sector en el mundo. Tubacex es un productor más especializado. Fabrica unidades en acero inoxidable, de precio más alto.

Adnoc es su cliente principal por un contrato a diez años valorado en 1.000 millones y que puede aumentar ese importe inicial, según Josu Imaz, consejero delegado de la corporación de Laudio/Llodio (Álava). Para dar respuesta a ese pedido, Tubacex ha invertido 100 millones de dólares (88,53 millones de euros) en una fábrica en Abu Dhabi. El centro recibirá los tubos que se fabricarán en el País Vasco y allí realizará los procesos finales de roscado y estirado en frío de los equipos, para su posterior envío a los pozos de extracción de petróleo y gas.

Las instalaciones están a punto de finalizar la fase de pruebas, por lo que este año comenzarán a iniciar las entregas a Adnoc. Además, también comenzará a facturar los pedidos que ralentizó la petrolera brasileña Petrobras al frenar sus inversiones.

Estos ingresos latentes, “que están asegurados”, según Moreu, podrán contabilizarse a partir del segundo semestre de 2025. Por este motivo, el capital circulante del primer trimestre se disparó un 39%, hasta 349,2 millones.

Josu Imaz garantizó que el grupo mantiene los objetivos del plan a 2027. Entre ellos, alcanzar un volumen de ventas de 1.200 a 1.400 millones, con un beneficio bruto de explotación de 200 millones. Y que el negocio relacionado con el petróleo y el gas suponga una tercera parte de los ingresos, por la diversificación a otros sectores como el aeroespacial, el nuclear y la energía, donde ha logrado un reciente contrato con Moeve. La actual cartera de pedidos ronda los 1.500 millones.

Sobre la reclamación de 50 millones de Irán por un pedido de 500 millones que quedó en suspenso por los embargos comerciales de Donald Trump a ese país en su primer mandato como presidente de Estados Unidos, Imaz dijo que es “un intento fraudulento de cobro”. Ya tiene un bloqueo judicial por una medida cautelar dictada por la Audiencia Provincial de Bizkaia en febrero pasado. Ahora se aborda un proceso de arbitraje internacional que se extenderá durante dos años, como mínimo, y que dejará la demanda sin efecto, según Tubacex, que ni siquiera ha provisionado esa partida.

Josu Imaz, que lleva menos de dos meses en Tubacex, se ha estrenado como CEO en la junta celebrada en Bilbao. La memoria impresa que se ha distribuido en la reunión incluía a su antecesor en el cargo, Jesús Esmorís. El grupo, con 25 fábricas repartidas por el mundo, cuenta con 2.500 trabajadores, casi la mitad de ellos ubicados en las instalaciones de Euskadi, donde tiene su sede. Su implantación industrial en Estados Unidos le permite evitar los aranceles de Trump a las importaciones de tubos.

La junta, que contabilizó un quórum del 56,210%, también respaldó la propuesta de abrir la vía del dividendo flexible a partir de los resultados de este año. Por este motivo, Tubacex podrá realizar un aumento de capital con cargo a reservas y por un importe máximo de 25 millones. Los inversores tendrán la opción de elegir su retribución en metálico o en títulos, que tendrán un valor nominal de 0,45 euros cada uno.

Ernst & Young seguirá como auditor de las cuentas. El encuentro de Bilbao también respaldó un plan de incentivos a 40 directivos si se cumplen los objetivos del plan a 2027. En este caso, recibirían 1,8 millones de títulos, equivalentes al 1,42% del capital. De ellas, 480.000 corresponderían al CEO.

Una de las condiciones del incentivo es lograr un retorno del 50% para los accionistas. En base a un cálculo que incluye la cotización de los 30 días hábiles anteriores al 1 de enero de 2025 y la de los últimos 30 días hábiles anteriores al 31 de diciembre de 2027. El retorno incluye en sus cálculos los dividendos abonados durante el periodo 2025-2027.

 

 

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