UBS negocia con Singular Bank para poner fin a su conflicto por la banca privada de Credit Suisse
El banco que pilota Javier Marín reclama el pago de más de 200 millones

UBS y Singular Bank buscan fumar la pipa de la paz. El conflicto entre estos bancos se centra en la vuelta del banco suizo al negocio de banca privada en España tras la absorción de Credit Suisse y la posible vulneración del acuerdo de venta de su filial en el país a Singular Bank en 2021. Tras una primera sentencia a favor de la entidad que pilota el exconsejero delegado del Santander Javier Marín, las partes buscan ahora pactar una indemnización que satisfaga a esta entidad y cierre el proceso legal, según indican fuentes financieras.
Singular Bank adquirió en 2021 la rama de banca privada de UBS en España, cuando el banco suizo había decidido abandonar este negocio en el país, por unos 200 millones de euros. Dentro de los acuerdos que rubricaron entonces, estaba un pacto por el que UBS se comprometía a no volver a la banca privada en España en tres años, bajo pena del pago de una indemnización.
UBS se hizo con Credit Suisse poco después, en la primavera de 2023, tras la quiebra de su competidor helvético. Esto en España le supuso hacerse con su área de banca de inversión, que había potenciado al trasladar a Madrid desde Londres algunos de sus banqueros tras el Brexit, que terminó liquidando. Y también de la potente filial de banca privada, con unos 10.000 millones de grandes patrimonios.
En un principio el mercado vaticinaba que UBS vendería este negocio y recibieron muestras de interés de algunos de sus competidores, como Deutsche Bank o Singular Bank. Entendió que las pujas recibidas no reflejaban el valor de la enseña y que era más rentable mantenerla, pese a ser la decisión opuesta a la que tomó un año antes.
Singular Bank, participado por el fondo Warbug Pincus, entendió que esto vulneraba el acuerdo rubricado en la venta y exigía el pago de una indemnización. Sí considera que este movimiento vulnera el pacto de 2021 y que supone la vuelta de un competidor al mercado. Marín remitió primero una carta a UBS en la que le daba un ultimátum para vender la banca privada de Credit Suisse y, en caso contrario, amenazaba con una demanda.
Los suizos, en cambio, apuntaban a lo contrario. Creían que no había base legal ni para pagar a Singular ni para vender el negocio español. Apuntaban a que la toma de Credit Suisse por UBS no tuvo como objetivo volver a la banca privada en España, si no en rescatar un banco en quiebra, y que en ningún caso esto supuso incrementar la competencia en España ni que entre un nuevo actor en el mercado, sino más bien mantener uno que ya existía. En concreto, argumentaban que el negocio de banca privada no generaba más del 5% del negocio del grupo.
Singular acudió a los tribunales de arbitraje de Alemania para hacer valer su posición. La corte le dio la razón a principios de año, si bien aún no se han pronunciado sobre la cuantía de dicha indemnización. Una vez se ha despejado el fondo de la cuestión, las partes han entablado negociaciones para tratar de acordar el pago y finalizar el proceso judicial. En este contexto, Singular Bank reclama que la indemnización supere los 200 millones de euros. La idea es resolver rápidamente la cuestión en lugar de demorarla en recursos que pueden durar años.
Aún queda por dilucidarse, además, otra demanda más. Esta no versa sobre el proceso de compra en sí y la vulneración de la cláusula en cuestión, si no sobre traslado de los clientes de una entidad a la otra, acusando a los helvéticos de dilaciones indebidas, lo que según Marín provocó que algunos clientes dejasen la entidad. Consultados por este periódico, portavoces de UBS y de Singular Bank declinaron hacer comentarios.
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