El dueño de Estrella Galicia ingresa casi 900 millones y gana un 11% menos por las inversiones y la contratación de personal

Hijos de Rivera, el grupo dueño de la cervecera Estrella Galicia y de las aguas Cabreiroá, ingresó el año pasado 886 millones de euros, un 6,9% más, tras vender 544 millones de litros de cerveza, (4,6% más), y 237 millones de litros de agua (3% más). Aunque su resultado de explotación avanzó casi un 3%, su beneficio después de impuestos descendió a los 95 millones, un 11% menos, debido a las inversiones en su nueva fábrica de Morás (A Coruña). Fue un año marcado por la contratación: la plantilla creció un 13%, hasta las 2.044 personas.

Estas son las grandes cifras presentadas este martes por Ignacio Rivera, su presidente, que da por finalizado un ciclo “intenso, importante”, donde el sector cervecero en general, mencionó, ha caído un 0,4% en ventas. “Ha sido el año de Morás, nuestra nueva planta en Arteixo”, que ha comenzado a producir en una primera fase con una capacidad de poder llegar a los 110 millones de litros. “Es una obra que superará mi mandato como presidente. Espero verla crecer pero no como primer ejecutivo, porque el proyecto es muchísimo más grande de lo que a mí me queda como miembro de la cuarta generación”, aseguró. La inversión del grupo ha sido de 168 millones solo en el último año, y la fábrica se ha llevado la mitad de los 500 millones que Hijos e Rivera ha empleado en los últimos tres años en diversificarse y crecer.

El cervecero gallego dibujó las líneas estratégicas del siguiente período con la mirada puesta en el año 2030: quiere duplicar los ingresos hasta los 1.800 millones; profundizar en la internacionalización y diversificar cada vez más el catálogo de productos sin “perder la esencia” de su filosofía artesanal o craft, “manteniendo los tiempos de maduración de la cerveza, sin acelerar el proceso, fabricando en el origen”.

En su calendario habrá un periodo de transición, entre este año y 2027, de “calentamiento”, y maduración de las inversiones recientes, para luego dar el salto de crecimiento. El futuro, en cualquier caso, “dependerá mucho de cómo vaya la fábrica de Morás y la internacionalización”. Seguirán, no obstante, pendientes de operaciones de compras que les complementen como han hecho en el pasado, invirtiendo en productos como la kombucha, con su propio catálogo de sidras y vinos o con otras cervezas artesanas que sigan su filosofía. “Al final la diversificación va muy paralela a nuestro negocio principal. Estamos invirtiendo en distribución, en lanzamientos como Huevox (un pequeño barril de cerveza para consumo en el hogar). En el sur de España tenemos distribución propia. Estamos invirtiendo en la funcionalidad de las bebidas. En el ámbito de los vinos vamos a contar con algún vino francés y portugués”.

Mercado exterior

El 2024 ha estado marcado por la internacionalización, con la creación de la décima filial comercial en el exterior, situada en Reino Unido. “Ya estamos operando en 75 países. Era un eje del plan estratégico. Hemos trabajado mucho, entre junio y septiembre vamos a anunciar tres lanzamientos, dos de ellos relacionados con la cerveza y en otro caso con una bebida de cóctel”. Recientemente adquirieron una participación mayoritaria en Basqueland, uno de las principales fabricantes de cerveza artesanal de España, y antes habían hecho lo mismo con las cerveceras Tyris (Valencia), Nortada (Portugal) y O´Hara´s (Irlanda). Continúan trabajando en nuevos lanzamientos, en su proyecto de cosecha de lúpulo nacional para abastecer elaborar su cerveza “de cosecha” y en nuevos sabores (suyas son las cervezas de pimientos de padrón, con aroma de percebes o de turrón, lanzamiento que realizaron en Navidad en colaboración con El Almendro).

Ignacio Rivera realizó una revisión positiva de su plan estratégico anterior (2022-2024). Su negocio ha crecido en este tiempo un 45%, venden un 25% más de litros de cerveza y agua y la plantilla se ha disparado un 41%, casi 600 personas más. Lo más inmediato, insistió, es seguir creciendo: “Todavía tenemos recorrido en el mercado nacional, pero no queremos crecer por crecer. Siempre queremos diferenciarnos del resto de competidores”. La deuda sobre la que descansan sus inversiones, mencionó, sigue dentro del rango de una vez el resultado de explotación (lo que significa que es inferior a 211 millones). Eso les deja manos libres para cumplir con su fiel reparto de dividendos del 50% del resultado después de impuestos, unos 47,5 millones este año.

Brasil seguirá esperando

Uno de sus proyectos de futuro, construir una fábrica en Brasil, seguirá en barbecho: “Tenemos el suelo y no lo vamos a activar porque no es momento idóneo. Esa segunda cocina (fábrica) costará 200 millones”, cifró. Aún así, continúan exportando al país sudamericano. “Brasil es un mercado importante, tenemos un acuerdo [de distribución] con el sistema Coca-Cola brasileño, con siete operadores, estamos viendo cómo desarrollar ese mercado”.

Por canales, el presidente de Estrella Galicia mencionó que tanto el de la hostelería como el consumo a domicilio han ido “bien”. “Siempre hemos sido más horequeros (en referencia al canal Horeca), pero tras la pandemia y por absoluta necesidad hemos desarrollado el otro canal”. En España quieren seguir creciendo por encima del mercado, pero manteniendo sus márgenes, ya que Estrella Galicia se posiciona en un segmento de precios un poco más elevado que la competencia. En materia de sostenibilidad, se han certificado como empresa B Corp, sello que hace referencia al cumplimiento de estándares de desempeño social, ambiental, y de transparencia.