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Fagor Ederlan responde a los aranceles de Trump y compra una empresa de EE UU del aluminio

La cooperativa adquiere el 51% del capital de Regen, que factura 40 millones

Directivos de Fagor Ederlan y de Regen Aluminum.

En medio del nuevo anuncio de aranceles del presidente de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump, que quiere duplicar los relacionados con el acero y el aluminio, hasta el 50%, en Fagor Ederlan han reaccionado con la compra de una empresa estadounidense del segundo de los sectores citados.

La cooperativa, integrada en Corporación Mondragón y centrada en la industria de automoción, ha adquirido el 51% del capital de Regen Aluminum, que produce lingotes de aluminio reciclado. Una operación que desde Fagor Ederlan definen como una apuesta por la economía circular dentro del ámbito fabril.

La nueva filial tiene su sede en la localidad de York, en el estado de Pensilvania, y factura alrededor de 20 millones de dólares al año, más de 17,50 millones de euros con el actual tipo de cambio. Fabrica lingotes de aluminio con residuos como llantas de vehículos.

Esos equipos se utilizan luego en fundiciones que trabajan para sectores con altas exigencias de calidad, como el aeroespacial, eléctrico, naval, de plomo y automoción. Con Regen Aluminum, Fagor Ederlan refuerza su presencia en el mercado norteamericano y de paso cumple con las normas de contenido local del tratado de libre comercio en esta zona (Usmca).

Tras la compra, la empresa pasará a denominarse Fagor Regen Aluminum. El director de Fagor Ederlan, Jon Zuazo, y el presidente del consejo rector del grupo vasco, Mikel Uribetxebarria, han visitado estos días las instalaciones en York de la nueva filial. Allí se reunieron con Lome Kalisky, el principal accionista de la compañía canadiense Regen Recycling, que se ha convertido en el socio de la cooperativa vasca en esta nueva etapa.

La inversión en EE UU responde a la estrategia de integrar soluciones sostenibles en los procesos industriales, según Jon Zuazo. La operación eleva asimismo los niveles de sostenibilidad de Fagor Ederlan, para responde a los retos de la transición energética en la industria.

Con sede en Eskoriatza (Gipuzkoa) y con una trayectoria de 60 años, la cooperativa fabrica piezas para los sistemas de frenado y suspensión de los coches, entre otros componentes. El año pasado facturó 570 millones con 3.400 trabajadores.

Su red industrial se extiende por Europa, China, Sudamérica, y Norteamérica.

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