Escotet: “Hay espacio para más fusiones bancarias en España”

Cuando apenas faltan 20 días para que el Gobierno se pronuncie sobre la opa lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha reconocido que aún existe margen para nuevas fusiones bancarias en España. “Aún hay espacio para las fusiones. Creo que sigue existiendo en España un mercado, a pesar de todas las imperfecciones que hubo estos últimos años. Es un mercado extraordinariamente competido”, ha defendido el ejecutivo hispano venezolano durante su intervención en el VIII congreso anual del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), que se celebra en Sevilla, y en el que se han reunido más de 500 empresarios españoles y de 20 países latinoamericanos.

“La capilaridad de la banca española permite nuevas integraciones. Hay espacio sin necesidad de destruir la competitividad”, ha remachado el ejecutivo de la entidad de origen gallega, que ha defendido que pese a las fusiones de los últimos años, sobre todo tras la crisis financiera, el sector sigue siendo competitivo ofreciendo tipos hipotecarios muchos más bajos que la media europea y manteniendo un flujo de financiación a empresas y hogares más dinámico que el resto de países europeos.

Preguntado sobre el papel que debe jugar Abanca en el proceso de consolidación bancaria en España y sobre las informaciones que apuntan a que el Banco Sabadell se habría planteado una operación con ella para tratar de esquivar la opa del BBVA, Escotet ha enfatizado: “Sobre el Sabadell no tenemos ningún interés. No lo vamos a contemplar”.

El ejecutivo bancario ha explicado que su apuesta en los últimos 10 años ha sido la de combinar el crecimiento orgánico e inorgánico. Ha recordado que Abanca ha sido uno de los actores más dinámicos en el sector financiero español. “Hemos llevado adelante nueve integraciones. Eso nos ha permitido convertirnos en séptimo banco de España y el séptimo banco de Portugal”. Y una de las pocas entidades que se ha atrevido a explorar las fusiones con bancos de otros países europeos, una de las vías que reclaman las autoridades comunitarias para reforzar la fuerza del sector bancario europeo, pero que apenas está teniendo eco en el sector.

“Hemos llevado adelante dos fusiones transfronterizas que tiene lo suyo. Hablamos mucho en Europa de la necesidad de crear grandes bancos europeos, pero realmente cuando tienes que hacerlo en otros países distintos al tuyo, suele ser muy complicado”, ha añadido.

Escotet ha reafirmado que mantendrá la hoja de ruta que lleva la entidad desde su llegada al banco de origen gallego en 2017: “Vamos a seguir nuestro camino en la forma en que lo hemos venido ejecutando. Pero, tengo que decir que las oportunidades de consolidación creo que cada vez van a ser más reducidas”.

El ejecutivo ha reflexionado sobre la creciente dificultad para abordar nuevas operaciones. Considera que cuando hace ocho años decidieron acelerar el proceso de adquisiciones e integraciones el mercado financiero era diferente. Entonces, los tipos de interés estaban en tasas negativas con unas rentabilidades mucho más bajas, de entre el 5% o 6%. Eso hizo perder valor a los bancos en Bolsa e incluso cotizaban por debajo de su valor en libros.

“Era una realidad completamente distinta a la de ahora”, ha indicado al tiempo que precisa: “Con la modificación de la política monetaria (con subidas del precio del dinero para tratar de atajar la inflación), los bancos empezamos a tener rentabilidades de doble dígito. Eso empieza a reflejarse en la cotización de los bancos en el mercado. Cotizan ya por encima del valor en libros. En este sentido, no hay mucho incentivo para vender ni para fusionar. Pero, a pesar de todo, aún hay espacio para las fusiones”.

El ejecutivo bancario ha insistido en que, a pesar de todas las integraciones bancarias, el sector financiero español “es extraordinariamente competido”. Y ha arrojado algunos datos para tratar de justificarlos. Sostiene que el sector en España tiene la segunda tasa hipotecaria más baja en toda Europa y es el tercero en financiación al consumo. “Si los comparamos con Alemania, que es un mercado menos integrado, con menos concentración, sus bancos superan en tres puntos a la media europea”, ha apuntado.

Por eso, ha defendido que “la capilaridad de la banca española permite nuevas integraciones e ir claramente sin destruir la competencia. Hay espacio sin pérdida de competitividad”.