¿Vuelven las compras a Wall Street? Goldman Sachs eleva su previsión para el S&P 500 tras el giro de Trump
La entidad mejora su visión a un año para el selectivo ante la tregua comercial alcanzada con China


La tregua alcanzada entre Estados Unidos y China durante 90 días para rebajar la tensión comercial podría convertirse en el espaldarazo que esperaban las firmas de análisis para dejar rebajar sus estimaciones sobre la Bolsa estadounidense. Goldman Sachs se ha convertido en el adalid de esta corriente al poner fin a una racha de rebajas sobre la renta variable estadounidense y elevar su previsión sobre el S&P 500.
La entidad ha mejorado su estimación para la principal Bolsa estadounidense, que cree que podría subir hasta los 6.500 puntos en los próximos 12 meses, por encima de los 6.200 puntos que esperaba hasta ahora. Para final del año, cree que el S&P 500 podría situarse en los 6.100 puntos, un 4% más que hasta el momento. “Elevamos nuestras previsiones de rentabilidad y beneficios del S&P 500 para incorporar unos aranceles más bajos, un mejor crecimiento económico y un menor riesgo de recesión de lo que esperábamos anteriormente”, apunta en un informe en el que eleva el beneficio por acción del índice un 7% para este año y otro 7% para 2026 —frente al repunte del 3% y del 6% estimado anteriormente— dados “unos resultados del primer trimestre de 2025 mejores de lo previsto y unas perspectivas de crecimiento económico de EE UU más sólidas en los próximos trimestres”.
La mejora realizada por Goldman Sachs llega justo cuando el S&P 500 roza una subida del 20% desde el pasado 8 de abril, mínimos del año, lo que lleva al banco de inversión a realizar alguna advertencia. Considera que “la valoración ya optimista del mercado sobre las perspectivas de crecimiento económico, así como la incertidumbre en torno a la magnitud de la inminente ralentización del crecimiento económico y de los beneficios, probablemente mantendrán un techo en los múltiplos de las acciones durante los próximos meses”. Eso sí, estima que el aún débil posicionamiento de los inversores en Bolsa “es el argumento más sólido para que el mercado siga subiendo a corto plazo”.
Un comportamiento que bien podría estar impulsado por las grandes tecnológicas. Según Goldman Sachs, los valores ligados a la inteligencia artificial “deberían recuperar su impulso a medida que la volatilidad relacionada con los aranceles disminuya”. Así, apunta que las cuentas del primer trimestre publicados por estas compañías han mostrado su fortaleza y no han apuntado a una ralentización del gasto en inversión en IA.
Pese a la tregua entre Washington y Pekín, el aumento de los aranceles lleva a los estrategas de Goldman Sachs a recomendar valores con un elevado poder de fijación de precios. Entre ellos, se sitúan, según su clasificación, empresas como Meta, Alphabet, Booking o Nike. También destaca a compañías ligadas al sector salud como Stryker, firmas de consumo como Coca-Cola, Pepsico o Colgate-Palmolive o de tecnologías de la información como Adobe o Dropbox.
El optimismo de Goldman Sachs sobre el S&P 500, tras dos rebajas consecutivas previas, choca con la cautela de UBS y Citi. El banco de inversión suizo ha optado por rebajar su consejo sobre la Bolsa estadounidense de atractiva a neutral un mes después de haberla elevado el pasado 10 de abril, si bien incide que no es una opinión bajista y que el selectivo logrará revalorizarse a un año vista. Cree que lo avanzado en las últimas semanas por el selectivo estadounidense ha reducido los temores sobre el comercio mundial y apunta que “la relación riesgo-rentabilidad de la renta variable está ahora más equilibrada”.
Los expertos de UBS comentan que “aunque el periodo de reflexión de 90 días [alcanzado entre EE UU y China] ha supuesto un respiro, la incertidumbre sigue siendo alta, y los inversores pronto empezarán a centrarse en si esta solución temporal puede convertirse en un acuerdo duradero”. Eso sí, reconocen que aunque ambas partes han mostrado su voluntad de seguir negociando, “las dificultades para forjar un acuerdo duradero podrían provocar episodios de volatilidad”.
En Citi, por su parte, añaden que aunque el S&P 500 se ha posicionado por encima de su precio objetivo para final de año, los 5.800 puntos, “los mercados tendrán que digerir las recientes ganancias, ya que los fundamentales de los índices siguen expuestos a las continuas presiones arancelarias”. Los analistas del banco estadounidense mantienen una “postura constructiva” sobre la renta variable estadounidense pero ven necesario consolidar las recientes ganancias y ven lejos aún un escenario alcista que llevaría al S&P 500 a situarse sobre los 6.400 puntos. En cuanto a preferencias, optan por el Nasdaq 100 frente al índice Russell 2000, dado que aunque creen que las pequeñas compañías son atractivas por valoración, aún no se ha producido un giro fundamental para apostar por ellas.
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