A los fondos de compras les cuesta seguir a Buffett
KKR y Apollo ya le imitan en apostar por los seguros, pero les falta igualar su extraordinaria paciencia

Mientras Warren Buffett se retira, algunos de los gestores financieros más importantes del mundo intentarán seguir construyendo sobre su legado. Ya imitan la mejor idea del CEO saliente de Berkshire Hathaway, recurriendo a los fondos de seguros para invertir. Lo más difícil ahora será igualar su extraordinaria paciencia.
Ajit Jain, lugarteniente de Buffett, ha cedido ante las empresas de capital privado que abrazan la idea de utilizar los enormes fondos de las primas pagadas por los clientes para cubrir cualquier gasto, desde los costes de fallecimiento o jubilación hasta las pólizas de automóvil, como fuente de capital. Afirma que Berkshire “ya no es competitiva en este ámbito” porque los denominados gestores de activos alternativos piden más préstamos y tienen una mayor tolerancia al riesgo.
Apollo y KKR, al igual que Berkshire, son propietarias de aseguradoras; Blackstone y Carlyle se sitúan entre los colocadores y los rendimientos que desean obtener. Berkshire es famosa por usar su abultado balance para comprar acciones, como las de Apple, y empresas como la operadora ferroviaria Burlington Northern Santa Fe. El cuarteto de fondos de compras está sembrando grandes negocios de préstamo.
Blackstone, de Steve Schwarzman, supervisa por sí solo unos 240.000 millones de dólares en fondos de seguros y otros 270.000 millones de inversores particulares. Si no pone ese dinero en marcha pronto, reducirá la rentabilidad y dificultará la obtención de más en el futuro. Buffett suele aferrarse a su cartera de empresas, como las pinturas Benjamin Moore y los dulces See’s, pero las empresas de compras están ansiosas por vender las suyas, y están teniendo dificultades para hacerlo debido a las fuertes fluctuaciones del mercado y las diferencias en las valoraciones que estas provocan.
La ardua tarea de Buffett ha sido cazar elefantes, como él llama a las gigantescas adquisiciones necesarias para influir en su conglomerado de 1 billón de dólares. Carlyle y sus competidores han construido en cambio enormes conductos por los que deben fluir constantemente las operaciones. El negocio Athene de Apollo es el mayor emisor de rentas vitalicias del país. Su jefe, Marc Rowan, afirmó que en su día “consumía todo” lo que producían “y más, pero insiste en que es más conservador cuando es necesario, como demuestra en parte el ligero descenso de los beneficios de Athene en el primer trimestre, ya que acumuló efectivo y los ingresos por inversiones no lograron seguir el ritmo del aumento de los costes.
El tamaño puede ser una ventaja, como ha demostrado Buffett, especialmente en tiempos difíciles. La desconcertante variedad de estrategias empleadas por los cuatro grandes del capital privado debería encontrarse en una situación similar. AlpInvest, de Carlyle, incursiona en participaciones en fondos de compra de segunda mano, que ahora están entrando en el mercado. Sus ganancias trimestrales se duplicaron con creces respecto al año anterior, lo que supuso una mayor distribución a los accionistas de lo que esperaba Wall Street, según datos de Visible Alpha.
Esta diversidad les ayuda a imitar al Oráculo de Omaha también en otros aspectos. Blackstone, por ejemplo, reveló el mes pasado un acuerdo de 5.000 millones para ayudar a la firma canadiense de telefonía móvil Rogers Communications, que atraviesa dificultades, lo que recuerda en cierto modo la compra por parte de Berkshire de acciones preferentes de Goldman Sachs por valor de 5.000 millones cuando se desató la crisis financiera. El negocio Hybrid Value de Apollo, que combina financiación mediante deuda y capital y se adapta bien a este tipo de operaciones, obtuvo una rentabilidad del 19% durante el último año.
KKR es la que sigue más directamente a Buffett, llegando incluso a declarar que está construyendo una “mini-Berkshire” mediante la incorporación de empresas a su balance para generar dividendos estables. Estos pagos crecieron un 52% con respecto a los tres primeros meses de 2024. Aun así, invertir con prudencia, especialmente en la actualidad, requiere moderación, algo que Buffett ha sabido aprovechar durante 60 años. Los fondos de compras no pueden permitirse esperar tanto tiempo.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías