Aprovechar los beneficios de los flujos migratorios
La llegada de inmigrantes no solo ha servido para acelerar el crecimiento, ha evitado que el sistema productivo se enfrente a un desafío demográfico más grave
El empleo de extranjeros en el mercado laboral español habría representado en torno al 80% del crecimiento registrado en España durante el último lustro, según un reciente estudio difundido por el Banco Central Europeo. El documento revela que la aportación de los trabajadores foráneos ha sido fundamental para el crecimiento económico de los países europeos entre 2019 y 2022. Ha sido decisivo para Alemania, que sin este impulso habría entrado en recesión durante este periodo. Esta aportación de migrantes en el mercado laboral también ha sido muy relevante en el desarrollo económico de Francia y Países Bajos, apunta el organismo financiero con sede en Fráncfort.
El informe remarca que la fuerza laboral de los migrantes supone solamente el 9% de los ocupados en Europa, a pesar de que ha representado la mitad de todo el crecimiento de la masa trabajadora en la eurozona entre 2022 y 2024.
España es uno de los países comunitarios más beneficiados por el flujo de la inmigración durante los últimos años. Nuestra economía arrastra una baja productividad y está aquejada de los problemas de un envejecimiento persistente de la población. Así que la inmigración ha contribuido a rejuvenecer la estructura demográfica española y a ensanchar la base laboral, el otro gran motor de la actividad. Cuatro de los 10 nuevos empleos creados en 2024 se corresponden a personas extranjeras. El porcentaje se eleva aún más, hasta cerca del 70%, si se consideran los que tienen doble nacionalidad.
La incorporación de trabajadores inmigrantes en los últimos años ha dinamizado la economía nacional. Ha servido para aliviar el problema de las vacantes en sectores clave de la estructura productiva. Un estudio difundido por Fedea analizando este fenómeno concluía que mientras los trabajadores nacidos en España han incrementado su presencia en ocupaciones cualificadas, los trabajadores extranjeros se han concentrado en servicios como restauración y comercio, construcción, transporte y almacenamiento.
La llegada de inmigrantes no solo ha servido para acelerar el crecimiento, ha evitado un desafío demográfico más grave, contribuye a la sostenibilidad del sistema de pensiones y ha aliviado la presión sobre la capacidad productiva. Beneficios que hay que tener en cuenta, como otros de naturaleza social y cultural, en el agitado debate sobre el decisivo papel de la inmigración y el control de los flujos migratorios.
